GRACIAS CONGRESISTAS POR VUESTRA HUMILDAD, TRABAJO, GENEROSIDAD, AUTENTICIDAD…POR HACER MÁS GRANDE LA TORTILLA DE PATATAS.
Es de justicia reconocer a los profesionales que dedican su esfuerzo a exaltar la tortilla de patatas, uno de los condumios más modestos y grandiosos de la gastronomía española.
Todo hace pensar que sus orígenes no fueron profesionales, sino consecuencia de la necesidad: del ingenio para matar el hambre, “parafraseando” al universal Cervantes. La tortilla de patatas no es sino el recurso de depositar en la sartén dos ingredientes miseros y cotidianos. Un revoltijo de patatas y huevos, que va tomando forma y cuerpo de tortilla, una elaboración en sí misma sencilla, cuando no simple. Esa es nuestra hipótesis de cómo se fue forjando la tortilla, como tantos platos populares: se echaba a la olla lo que se tenia a mano y se entremezclaba guisanderamente.
Esta pitanza, de origen casero, posiblemente rural, de “autoabastecimiento”, básica en materia prima y proceder, acabará, décadas, centenares de años después, tomando la hostelería, hasta convertirse en el más emblemático pincho de nuestras barras. Así cambia la vida, de lo privado a lo público, de plato hogareño a tentempié de bar. Así es como hoy en día se consume más del 90%.
Es de justicia reconocer a los más insignes profesionales que se ocupan de manjarizarla cotidianamente, a cuantos figuran en tortilladepatataslomejordelagastronomia.com y, muy especialmente, a cuantos acudís y aportáis a este Congreso; es de justicia reconoceros vuestro esfuerzo ímprobo y continuado. UN ESFUERZO IMPROBÓ Y COTIDIANO QUE NO ESTÁ MOTIVADO NI POR LA AMBICIÓN MONETARIA NI POR LA VANIDAD PROFESIONAL. ¡Qué auténticos sois! Vuestra modestia y vuestro espíritu son los de la tortilla de patatas.
¡Qué auténticos! ¡Sois fiel reflejo de la tortilla de patatas!
GRACIAS POR HACER MÁS GRANDE LA TORTILLA DE PATATAS. Y POR MAGNIFICAR DOS INGREDIENTES TAN POBRES COMO SUPREMOS: EL HUEVO Y LA PATATA.