5 LUGAR EN EL CAMPEONATO DE ESPAÑA 2022, SUBCAMPEÓN EN 2023 Y CAMPEÓN EN 2024. Y para que nada falte, Campeón de Galicia 2024.
UNA EXALTACIÓN DE LA SENCILLEZ Y DE LA NATURALIDAD.
Este gastrobar, que regenta una pareja enormemente trabajadora, la formada por Ramón Rodríguez e Isabel Gesto, cuenta con un público distinguido e intergeneracional que lo mismo gusta de comer un marisco (espléndidos centollos), una ensalada un tanto emperifollada, o algún plato preparado, todo dentro de fórmulas sencillas que transmiten naturalidad. Ubicado cerca de una zona muy comercial, la Plaza de Lugo, se ha ganado el éxito: mucha, muchísima y muy selecta clientela. Y entre sus especialidades se encuentra la tortilla de patatas: seguramente el bar que más tapas, pinchos y raciones sirve en A Coruña. Supera las 100 diariamente.
¡Ojo Avizor con su tortilla! Si va a las 10.30 o a las 19.00 le sacaran una tapa notable y gratis al demandar un buen vino. Pero la tortilla importante, ha de circunscribirse a horarios de comidas y cenas. En ese tiempo, encontrará una fenomenal tortilla, situándose entre las mejores que se puedan disfrutar en España. Y si quiere la tortilla Champions, esa solo la hace personalmente Ramón en los Campeonatos, con una proverbial intuición y mano.
El estilo es genuinamente coruñés. Estamos ante trozos medianos de patatas, fritas pero sin llegar a crujir, uniformemente doradas, empapadas en huevo. El sabor denota selección de los ingredientes (kennebec), saber hacer en la técnica y un indudable buen gusto al paladar. Nitidez en la patata y el huevo, que se explaya cremosamente, lubricada sutilmente en aceite, que también aporta ricura. Jugosa, yemosa, sin llegar a despatarrarse. Tiene la ventaja de que gusta a todos, porque es la tortilla típica que se hace en cualquier punto de España con un punto más de jugosidad. Refinada y sabrosa. Como casi todas las tortillas de la ciudad: sin cebolla. En escena, una oblea muy fina y uniformemente amarillenta, bellísima, que incita a hincar el diente.
Para una pieza: 1.300 g. de patata Kennebec gallega sin pelar, 14 huevos camperos, aceite de girasol y sal.
Pelar y cortar las patatas en rodajas medias de 2 milímetros de grosor. Salar.
Poner una sartén a fuego muy vivo con abundante aceite de girasol. Abundante aceite de girasol para que se hagan muy sueltas. Cuando esté bien caliente, se echan las patatas. Freír a fuego muy vivo hasta que se doren, queden bien rubitas (ver fotos), Dar vueltas varias veces, múltiples veces, para que se hagan por igual. El tiempo de fritura estará entre 20 y 25 minutos. Las patatas van saliendo según alcanzan el mismo color y fritura, rubias doradas, con lo que unas se retiran uno o dos minutos antes que otras, según vayan tomando tonalidad y adquiriendo textura.
Los huevos se echan a un bol, se baten hasta que queden homogéneos, sin llegar a quedar espumosos. No se salan.
Con dos espumaderas se cogen las patatas y se pasan directamente de la sartén al bol en el que están los huevos batidos, así sucesivamente todas. Las últimas se echan a un colador y se escurren. De esta manera tiene un punto de untuosidad y sabrosura, que aporta el aceite. Juntos huevos y patatas, se les da varios varillazos, para partir las patatas, que han de quedar entre pequeñas y medianas.
Colocar una sartén a fuego vivo. Echar un hilo del aceite en que se frieron las patatas. Bien caliente, se vierte la tortilla, que se tiene 20 segundos y se da vuelta, otros 20 segundos. Se baja el fuego, a suave, y se da vuelta la tortilla otras 2 veces, estando 15 segundo por cada lado. En esas cuatro veces, se mueve la sartén en círculo constantemente, para que la tortilla ligue por dentro.
Muchas veces hay cola….por algo será. Ambientazo.
NO PUEDE SER MÁS INTUITIVA Y EFECTIVA.
Plácido Diéguez
4 de octubre de 2023 at 15:05Después de varios intentos fallidos de llamada, he visto en la web que,O Cabo, está “temporalmente cerrado”.